martes, 14 de diciembre de 2010

Estoy en el último curso de Bachiller, y es tradición en mi colegio que, uno de los últimos días del primer trimestres se haga un festival para recordar todo el paso por el colegio de los que se van. Y éste año nos toca a nosotros, así que no hemos tenido otra opción (sí, la hemos tenido pero nadie se la ha imaginado) que subirnos al escenario para hacer mucho en chorra, sacar una sonrisa a los espectadores, y, quizás, recordar aquellas cosas que nos han marcado durante nuestra vida escolar.
Llevamos un par de días y prácticamente ya tenemos montado todos los bailes, y las coreografías.

Porque, lo quieras o no, los recuerdos son muy importante en las motivaciones de cualquier persona, puesto que determinan las experiencias pasadas y establecen un protocolo de actuación de los sentimientos y las emociones. Especialmente son importantes los recuerdos de los primeros años, puesto que van vinculados al aprendizaje de habilidades humanas y la crianza. A causa de esto durante la infancia (y parte de la adolescencia) los recuerdos nos marcan especialmente. Cuando un árbol es joven es especialmente cuando puedes cambiarlo de forma y ponerle guías. A medida que va creciendo es cada vez más difícil modificarlo. Y eso mismo pasa con todo tipo de animales y, por supuesto, humanos.

Y, por eso, son tan importantes los recuerdos, en conclusión. Y por eso no está de más hacer un recopilatorio de vez en cuando.

Buenas noches, y buena suerte.

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