domingo, 22 de enero de 2012

Usshak

Abrió de nuevo la consabida plancha de metal, para encontrarse con una habitación muy similar a la que ya había visto. Sin embargo, un par de detalles la diferenciaban de la anterior.
Por ejemplo, las paredes ya no eran de áspero ceçento sino que estaban forradas por madera. En vez de la mesa de ejecutivo de la última vez, ante el ventanal había un sofá. De hecho, el paisaje está vez daba a un río con vegetación y arena, lo que conncordaba con el grave rugido de fondo. Estaban en un barco.
Las paredes tampoco estaban vacías, a su izquierda había una orla en un cartón, con varias fotos de personas. Un poco más allá, había una librería.
-Pasa. -Dijo la figura sentada en el sofá. La luz del Nilo le iluminaba desde atrás, ocultando sus rasgos. Sin embargo, se adivinaba. Era él.
Ella se adelantó un poco, pero en un impulso echó un vistazo a su derecha. Además del armario y del gramófono antiguo, que ahora estaba en silencio, había una puerta que no había visto la última vez: Negra y senxilla, en ella sólo destacaba un cartél dorado, con una R decorada grabada. Antes de que siquiera pudiera hacer ningún ademán, él se le adelantó. -Sólo una persona tiene potestad para entrar ahí, y tiene su propio acceso. Ven aquí, siéntate y toma algo.- Cuando fue a sentarse, tras echar un vistazo a las paredes, vio ina máscara blanca y un protector ninja que estuvo tentada de examinar, pero que no tenía ningún símbolo.
En su lado de la mesita baja había otro vaso de cristal con un líquido dentro, que también tenía hielos. No estaba segura de querer probar esa bebida, así que se sentó en el sofá que había frente al mirador y miró a la cabeza, cuya silueta, oscura, se recortaba contra el río.
Un río cuyas aguas, tranquilas, se deslizaban tan cerca que ella estaba segura de que si estiraba la mano, la hundiría en sus aguas. La vegetación de la orilla se mezclaba con mangas de agua que la regaban, los arbustos de corte tropical se amontonaban en la parte más alejada. La escena, que transcurría tranquila, dejaba entrever una temperatura cálida sin llegar a ser agobiante, mediterránea, agradable.



Él la rescató de sus pensamientos:- La penumbra. Ese punto en el que no hay demasiada luz, ni está todo oscuro.- Dejando el vaso en la mesa, abarcó toda la sala con un gesto de los brazos.- Cuando hay demasiada oscuridad, aunque nuestros órganos sensoriales descansen, no podemos ver nada. Estamos indefensos. 
Por el contrario, en el exceso de luz no encontramos nada más que ceguera, dolor. Tampoco se nos permite ver nada.

Sin embargo... Sin embargo en la penumbra encontramos ambas cosas- Subió el tono de voz mientras se levantaba de golpe.- ¡La penumbra nos permite ver lo que ocurre a nuestro alrededor, con un velo igualador que nos hace verlo todo en blanco y negro sin dejar ver ningún color!¡La penumbra es justa e igualadora! ¡Nos permite ver además de descansar la vista!- terminó su arenga, aparentemente exaltado, pero sin embargo, no se volvió a sentar. Se movió hacia la penumbra, la oscuridad, hacia sus dominios. Un cristal reflejaba la luz, permitiéndole ver dónde había ido. La tortuga que había dentro no era tan grande como la otra vez, sin embargo su tamaño también era considerable.- La vida está hecha de pequeñas cosas. Nada más que pequeñas cosas. ¿Sabías que el sexo de las tortugas depende de la temperatura media del nido? ¡Una cosa como el sexo, depende de la temperatura del nido!- La idea debió parecerle muy divertida porque acto seguido las carcajadas resonaron en el cuarto, mientras volvía a su sitio, cayendo en el sofá pesadamente.- Tengo que comprarme un trono- Comentó como quien no quiere la cosa. Bebió otro sorbo de la bebida, tranquilo.- El mundo está construido de átomos, de pequeñas cosas. Y nosotros, apenas una mota de polvo en el universo, sin embargo, nos creemos que somos tanto...- Ella se preguntó a dónde quería llegar. La tortuga nadaba hacia la pared de cristal, golpeando con los bordes del caparazón y haciendo unos golpecitos muy rítmicos.- Sin embargo, para conservar lo que somos, para no perder aún más de lo realmente pocos que somos, todos necesitamos un espacio. Ya sea físicamente o aquí dentro-se señaló la cabeza significativamente- todos nosotros tenemos nuestro propio espacio, un lugar en el que sólo nosotros podemos entrar. Nuestro hogar. Un hogar al que nos retiramos para pensar. Nuestro santuario. Un lugar que es sólo nuestro. 

Nuestro corazón. Nuestro usshak.- Ella miró a su alrededor. Ahora lo entendía. Aquél lugar no era un sitio que él tuviera preparado como base de operaciones. Por eso no había visto ningún ordenador allí, ni televisión. Aquellos aparatos te conectaban con el mundo exterior, y este lugar era precisamente lo contrario. Un lugar para aislarse. El único acceso al exterior era la puerta por la que había entrado, pensó. Y la otra puerta... volvió a mirarla. Aún en la penumbra, la puerta parecía devolverle la mirada con un brillo dorado. Y creyó entender a dónde daba aquella puerta. Quién tenía potestad para entrar allí.
- ¿Sabes?- Dijo él alzando el brazo, como para brindar, y obligándole a coger el suyo.- Cuando yo entro aquí, ¡también veo la silueta!¿No es fantástico? Ja, ja, ja...- volvió a Reír mientras brindaban. Ambos tragaron el vaso de un solo golpe, como en un extraño contrato. Azucarada, sin embargo la bebida tenía un tono picante. La dejaron en la mesita al tiempo. -¿Y bien? Qué te parece mi pequeño cuarto de las excentricidades? ¿Mi pequeño Usshak?- Ella asintió mostrando su conformidad, pero había algo que no acababa de pillar.- Si éste es tu Usshak, tu santuario, un lugar en el que nunca nadie puede entrar... ¿Cómo es que me has permitido entrar a mí? ¿Es que yo...- Fue interrumpida por una carcajada de su anfitrión, que se levantó. - ¡Eso es lo maravilloso de la mente humana! ¡Quién diría que en una pequeña mota de polvo podría haber tantas cosas!- Se giró hacia la ventana, quedando de espaldas. El Nilo se hacía más brillante por momentos.- Estás aquí... ¡pero no estás aquí! Cuando despegues los ojos de la pantalla, volverás a tu realidad, a tu absurdamente normal realidad, y te darás cuenta de que nada de esto es verdad. ¡Pero sí lo es!- La luz empezó a tragarse su silueta.-Porque, piénsalo un poco... ¿Dónde está la verdad?

3 comentarios:

  1. La puerta, cuya única distinción se hallaba en su dorado adorno, se entreabrió, quebrando la paz de aquel extravagante santuario durante unos segundos. Un iris, poco más bajo que el pomo de la puerta, se dio el lujo de divagar en la penumbra, lado a lado, a través de los milímetros que ahora le conectaban con el cuarto. Y, como quien se encuentra a punto de realizar una travesura, cosa que estaba en sus planes, deslizó sus dedos por el borde, abriendo lo más sigilosamente posible, en tanto diminutos granos de arena violáceos parecían ser expelidos de su piel, creando así un hilillo de polvo que caía hacia el suelo, mas sin embargo nunca llegaba a él. Simplemente se disolvía, convirtiéndose así en parte del todo de aquel lugar.
    Sin ser capaz de esperar un segundo más, la portadora de aquella singularidad inicio carrera, prácticamente gateando en el suelo. Sabía que a ese lugar no debía ingresar, pero ello tan solo lograba provocarle un infantil y travieso deseo y, en este caso, la tortuga sería su objetivo.

    Aunque no fue capaz de ver demasiado durante el último y pacifico ínterin, debido a que la iluminación conferida por el ventanal no le resultaba familiar, parecía moverse esquivando las cosas que por allí se encontraban, corriendo la vista a su alrededor en un afán de encontrar al técnicamente pequeño animal.

    ‘Bien, el grande es Blastoise entonces el peque debe ser...’-¡Squirtle!.- “Gritó” en susurro, deteniéndose en seco y apuntando al animal poseedor de una coloración un tanto naranja en su sección inferior algo que llamo su atención lo suficiente como para no notar que su "susurro" había resonado en el lugar. -Squiiiirtle, Squiiiirtle, Squiiiiiiir...-Enarcó una ceja al advertirlo. -tle?.- Finalizó aquel cantico con el cual trataba de hacerle cooperar. Aun sin moverse de su posición. Miro hacia arriba, luego a las paredes, buscando lo que ella creía algún dispositivo que amplificara su voz. Entonces lo entendió. Se Levantó de un salto, llevándose un golpe con el filo de la mesita de café.
    - AAagh.- Se froto la cabeza tratando de apaciguar el dolor, mientras daba un pisotón al suelo, indignada.- ¡¿Lo has hecho a conciencia verdad?!.- Gritó a la nada.- ¡TU HAS PUESTO ESA MESA JUST!..Ay mier...-Pareció comprender algo mas y salió disparada hacia su puerta.- Misión fallida. Aborten! Aborten!.-

    A pesar de la prisa que llevaba, se dio el tiempo necesario para admirar "su" puerta, con una mirada aun mas vivaz y feliz que con la cual habría iniciado su pequeña travesía.
    Los granos de arena aun caían de su cuerpo y, como resultaba usual, su piel no se veía involucrada en el proceso, tan solo estaban allí, brotando de ella y deshaciéndose en el aire durante los segundos que se tomó.
    -Ñam. ¡Es tan linda!.- Enfatizó apoyando las palmas contra la oscura madera mientras sus ojos continuaban en aquella "R" dorada, algo que podría calificarse como un abrazo.
    Sacudió la cabeza, ondeando la larga melena de cabello e ingreso nuevamente donde le correspondía...
    ..............
    ...........
    .........
    .......
    ....
    ..
    .
    El sonido característico de un pestillo interrumpió nuevamente. Esta vez asomaba el torso por la puerta.
    -¡Me he dado cuenta!.- Se sintió avasallada por su propia voz. Daba la impresión de ser magnificada allí, por lo que decidió bajar un poco el tono.-Mola... Todo lo que digo resuena aquí...- Sonrió ampliamente a pesar del lugar estar vacio.- ¡Te quiero!.- Alzó la voz, cerrando la puerta tras de sí.

    ResponderEliminar
  2. El lugar quedó en silencio durante un rato. La tortuga, una Graptemys Barbouri (Tortuga mapa), nadaba tranquilamente de un lado a otro de la tortuguera llena de agua. Gradualmente, algo cambió en la silenciosa estancia.
    Recién llegado de su propia incursión, se arrodilló en el suelo con la mano examinando un rastro invisible. Sabía que había estado allí, porque él sabía cada cosa que ocurría en aguella estancia. El ERA aquella estancia.

    Mirando a la puerta con el cartel dorado, se levantó. A sus espaldas, la tortuga se había quedado quieta, dirigiendo la mirada donde él, como un centinela silencioso. Dos hilillos de sangre le salían de la boca, y la parte trasera y serrada de su caparazón estaba resquebrajada, lo que, en conjunto, le daba un aire un poco siniestro a la tortuga muerta. Pero no allí. El lugar donde la realidad es ficción y la ficción sólo es una expresión teórica de lo que puede ocurrir, aquella tortuga estaba perfectamente viva, a pesar de los caprichos de que, físicamente, era igual que él la recordaba la última vez que la vio.

    El ocupante de la habitación se giró en redondo para mirar a la tortuga, que le devolvió la mirada, interrogadora.
    - ¿Squirtle? ¿En serio?
    La tortuga anaranjada, cuyas comisuras se curvaban hacia arriba de una forma similar a una sonrisa, le miró como buscando su aprobación.

    ResponderEliminar
  3. Sabes? Ha pasado tanto tiempo, bueno, eso si seguro lo sabes, me has tenido que aguantar, pero aqui en la noche pues, no se, me ha dado melancolia, esas cosas que me pasan una vez al mes con las que ya has tenido que lidiar...¿cuanto? 2 años y 9 meses...ya rondeemos y digamos que 3, para que entrar en detalles cuando parece que lo nuestro da para rato verdad? Y bueno, pues eso, que me ha dado por pasar por aqui, solo he puesto "kithas t godall" en google luego de buscar como hacer un motor de hidrogeno casero...y que conste que si tuviera un motor de donde partir ya me hubiera puesto a ello, aunque uhm si, eso tambien ya lo sabes y...esto...no se muy bien que hago aqui pero algo hay. Creo que extraño un poco escribir, o quiza extraño divagar en esos rincones de mi mente, o de nuestra mente...como dije al principio...no seeeee jajaja. Ni siquiera puedo recordar la cuenta con la que escribi el mensaje de arriba pero si la esencia de lo que dije, o trate, y tambien lo que tu escribiste pero, estare loca? Digo, no entiendo porque no me atrevo a leerlo, es como si supiera que al hacerlo se abrira una herida o algo asi, o quiza recordare lo feliz que era en ese instante en el que escribia y que ahora mismo tiende a importarme mucho mas la distancia que no separa a lo que compartimos....aunque como siempre puede ser un mero reflejo de mi estado extra sensibilizado jaja. Y uh, uhm aaaahhh extraño aquellos tiempos. Hoy estaba tonteando en fb y comence a preguntarme como serian nuestras cuentas una vez que fueramos sinceros con nuestra relacion y eso, y por un lado era una timeline repleta de cosas empalagosas, y por el otro, que nada, que simplemente seguiriamos como ya estamos, aunque mencionandonos un poco mas seguido y no solo como hacemos por mi aficion a los sorteos de chucherias jeje y la verdad....la verdad la verdad, creo que ninguna nos representara alla en esos años que se vienen, porque basicamente yo nunca espere que con distancia y todo aguantaramos tanto, ni que de un momento a otro maduraras tan rapido, ni, bueno, basicamente no me espere muchas de las cosas de este año, en especial que acabaras siendo mi soporte en los momentos en que siento que no doy para mas, en serio, para cuando me doy cuenta ya estas ahi leyendome quejarme siempre de lo mismo y no doy señas a mejorar jeje, no lo hago a proposito, pero gracias. Yyyy bueno, hace un par de años tampoco crei que hubiera un momento en que dejara de escribir, aunque creo que se me da mejor de directora creativa, tu que opinas? Uhm, si, no se cuanto voy divagando pero creo que bastante, de todas formas ya me voy sintiendo mejor. Hemos pasado muchas cosas, y no las cambiaria por nada, gracias por darme lugarcito en tu vida, te amo Miguel.
    PD: Si, lo he escrito al voleo, no te fijes en la ortografia, solo piensa en el contenido jaja
    PD2: Sigo siendo la misma que cuando aquel mensaje? Me da un poquito de miedo haber perdido la alegria.
    PD3:...No se, pero 3 es un buen numero para cerrar una cuenta. Ah espera si, que te amo mucho mucho mucho!! Y que intento usar twitter pero me da como que es un mundo aparte para ti y que no tengo que invadir, y no, tampoco se porque acabo de soltar lo de twitter, solo se me escapo, pero es verdad jeje.

    ResponderEliminar